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En la base 7ª del artículo 1, la LOB estipulaba la facultad del Gobierno de acceder a las entidades y solicitar la venta de oro exclusivamente para influir en el tipo de cambio de la peseta y "ejercer una acción intervencionista sobre el tipo de cambio internacional y sobre la regularidad de el mercado de dinero”, en cuyo caso el Banco de España participaría en dicha acción con una cantidad igual a la decidida por la Hacienda Pública. La situación excepcional creada por la rebelión, explicaría para Viñas, quien evita entrar en los aspectos jurídicos, el cambio de actitud respecto a la Ley Cambó por parte del gobierno, que pasó a ejercer los mecanismos necesarios para llevar a cabo un destape nacionalización parcial del Banco de España. Para el historiador Ángel Viñas, esta cifra correspondía a 635 o 639 toneladas de oro fino o 20,42 o 20,54 millones de onzas. Este plan había sido elaborado por Diego Abad de Santillán, uno de los más acérrimos detractores de Negrín, aunque este extremo es considerado falso por el historiador libertario Francisco Olaya Morales, quien piensa que el oro se trasladó a Cartagena no por motivos de seguridad, sino con la intención premeditada de enviarlo a Moscú. El entonces director general de Hacienda y futuro ministro de Hacienda en el gobierno de Negrín, Francisco Méndez Aspe, dirigió la operación de dotación.
Aquí tienes un resumen de las estadísticas de apuestas más importantes de Real Betis y Real Madrid en los últimos 10 partidos. Unos meses antes del inicio de la Guerra Civil Española, camiseta de bayern munich las reservas móviles de España habían sido registradas por estadísticas internacionales en mayo de 1936 como las cuartas más grandes del mundo. Artículo uno. Se declaran nulas todas las operaciones que se hayan hecho o se hagan con la garantía del oro extraído del Banco de España, a partir del pasado 18 de julio, y en lo posible, se practicarán cuantas acciones correspondan en derecho, para el rescate de el oro a que se refiere, independientemente de dónde se encuentre. Segundo artículo. Sin perjuicio de la responsabilidad penal definida en el Decreto número 36, los valores, créditos, derechos y bienes de cualquier clase que posean en España las personas o entidades, nacionales o extranjeras, que directa o indirectamente hayan intervenido o intervengan en las operaciones a que se refiere el artículo anterior, serán inmediatamente objeto de embargo, a fin de garantizar la responsabilidad de cualquier clase derivada de tales actos. El metal precioso se colocaba en cajas de madera de 30,5 x 48,2 x 17,7 cm, las que se utilizan habitualmente para el transporte de municiones, y se transportaba en camión hasta la estación del mediodía, y de allí a Cartagena, donde se depositaba en los polvorines de La Algameca.
Sin embargo, las tropas levantadas no llegarían hasta dos meses después, no por la resistencia de las fuerzas republicanas, sino por una decisión del propio Franco, que optó por un desvío para una misión de socorro al Alcázar de Toledo, en una prestigiosa operación. lo que le consolidó políticamente y le permitió ascender a la jefatura del Estado el 29 de septiembre de 1936. La capital resistiría hasta el final de la guerra, y el propio gobierno republicano no se trasladó a Valencia hasta el 6 de noviembre. En él, el Gobernador hizo saber que el Gobierno había ordenado, ante el avance de las tropas insurrectas, la incautación de todo el oro del Banco, para trasladarlo a un lugar o localidad donde estuviera más seguro. que en Madrid, hacia donde se dirigían tropas con intención de tomarlo, y que en realidad ya se había iniciado el traslado. Por otro lado, dijo, el oro es la reserva que da la ley y que garantiza la convertibilidad del dinero, y entonces si tiene que quedarse en algún lado, dónde si no en la nueva caja del Banco, y precisamente cuando la nueva se agota, que cumple todos los criterios de seguridad, ignífugo, a prueba de bombas, etc. y todo esto muestra cuán desafortunado es este arreglo.
Una vez obtenidas las llaves, se abrieron las cajas fuertes y bóvedas donde se guardaban las reservas, y durante varios días los agentes del Gobierno continuaron extrayendo todo el oro allí depositado. La ley también reguló las condiciones para la movilización del banco de reserva, que debía contar con la preceptiva autorización del Consejo de Ministros. Sin embargo, ellos también tuvieron que inclinarse ante los ejércitos incas que pronto aprendieron a usar las balsas y desembarcaron en la isla después de una sangrienta batalla naval. Por acuerdo del Consejo de Ministros, "se autorizó al Ministro de Hacienda a disponer, en el Centro Oficial de Contratación de Moneda, para ser puesto en una o más ocasiones, por cuenta del Tesoro, en el extranjero, a disposición de los diplomáticos, consular o persona que él designe en todo caso, la cantidad de francos franceses que estime para hacer frente a los gastos de necesidad que impone la campaña.”.