Real Madrid, Video Respuesta a Barcelona: ¿Quién es el equipo del Régimen?
En 1442, Alfonso el Magnánimo, antiguo gobernante de Aragón y Sicilia, completó la conquista del Reino de Nápoles, o de la Sicilia citerior, asumiendo así el título de Rey de ambas Sicilias. El Caciquismo para que así continúe en su fraudulenta labor de mistificación de la palabra Libertad, en la denodada y miope defensa de sus intereses partidistas. Pues bien, en 1792 Goya abandonó los tonos relajados de la juventud y aterrizó en un estilo onírico y visionario, interpretando la parte "negra", maldita, dolorosa del ser humano y plasmándola con "clarividencia de sonámbulo" (José Ortega y Gasset). Goya, en este sentido, se muestra seducido tanto por la parte buena como por la mala del ser humano: es en esta perspectiva que intuye que no conviene eliminar la parte "negra" y aberrante del hombre que, por contrario, también puede ejercer un encanto secreto e irresistible, sin por ello acabar siendo esclavo del culto ilustrado a la razón. No sólo por la sordera que le apareció tras la enfermedad de 1793, se le acerca a Beethoven: sino también por la extraordinaria transformación estilística implementada en pocas décadas. Recayendo en la enfermedad entre 1819 y 1820, Goya estuvo a punto de morir, escapando sólo gracias a los cuidados cariñosos y competentes del Dr. Arrieta, a quien dedicó un cuadro.
Mientras que los diversos amigos y mecenas de Goya fueron destituidos de sus funciones, privados del poder y apartados de la corte, el pintor aragonés conservó su puesto como pintor del rey, por lo que siguió sirviendo al rey. El cónsul y sus amigos tuvieron que trabajar hasta 1888, cuando finalmente se pudo proceder a la exhumación para el traslado. Para decirlo en palabras de Silvia Borghesi, en esta etapa «Goya se nos aparece como el último pintor del siglo XVIII, arroja todavía el guante a la razón en el terreno de lo irracional, corteja a la pesadilla amenazadora, la incita con torero, tienda osasuna pero sigue siendo el amo del ruedo». Durante los terribles años de la Guerra de la Independencia Goya denunciaría desesperadamente estas atrocidades pintando El Coloso, el ciclo de los Desastres de la Guerra, El Tribunal de la Inquisición, El Entierro de la Sardina, La Procesión de los Flagelantes (obras en las que el El pintor aragonés «fija al 'hombre como se fija a una mariposa, con un alfiler, atrapándolo, sobre todo, en sus momentos de locura o maldad», para usar las palabras del crítico Max Klinger). Mientras tanto, la notoriedad alcanzada por Goya comenzó a ir acompañada del reconocimiento oficial. Mientras tanto, no descuidó los placeres menos intelectuales, estableciendo una relación sentimental clandestina con María Teresa Cayetana de Silva, la duquesa de Alba de treinta y tres años, una de las mujeres más fascinantes y ricas de España, segunda en prestigio. solo a la reina.
Entre los jugadores españoles más importantes formados en la cantera blaugrana, destacan los nombres de Francisco José Carrasco, Ramón María Calderé, Guillermo Amor, Albert Ferrer, Josep Guardiola, Sergi, Iván de la Peña, Francesc Arnau, Roger, Gabri, Gerard, Destacan Oleguer, Fernando Navarro, Carles Planas, Jordi Alba, Xavi, Cesc Fàbregas, Thiago Alcántara, Mikel Arteta, Sergio Busquets, Pedro, Martín Montoya, Alberto Botía, Marc Bartra, Andreu Fontàs, Sergi Gómez, Marc Muniesa, Héctor Bellerín, Víctor Sánchez, Sergi Roberto, Jordi Gómez, Oriol Romeu, Paco Montañés, Cristian Tello, Isaac Cuenca, Bojan Krkić, Keita Baldé, Oriol Riera, Sergio García, Luis García, Carles Puyol, Gerard Piqué, Oier Olazábal, Jordi Masip, Víctor Valdés, José Manuel Reina, Andrés Iniesta, Óscar Mingueza, Riqui Puig, Ilaix Moriba y Ansu Fati. Un clip de más de 4 minutos, en el que los blancos rememoran varios episodios, entre ellos el de las tres medallas que el Barcelona entregó al líder de la dictadura Francisco Franco, que fue nombrado socio de honor del club catalán en 1965. Algunas imágenes de repertorio, siempre testimoniando la cercanía entre Franco y el Barça. A partir del 1800 Goya trabajó incansablemente, realizando una conspicua cantidad de retratos de amigos, parientes, nobles: inmortalizados por el pincel del pintor aragonés fueron Sebastián Martínez, el amigo que lo acogió durante los años de su enfermedad, su cuñado -ley Francisco Bayeau en un retrato post-mortem, el poeta Juan Meléndez Valdés, el embajador de Francia en España Ferdinand Guillemardet y, de nuevo, su mujer Josefa y amigo de la infancia Martín Zapater.
Se desconoce el diagnóstico de esta enfermedad, si bien en una carta de Zapater dirigida a Bayeau se hace mención explícita de una enfermedad "por escasa reflexión", lo que ha llevado a suponer que se trata de sífilis o incluso de una intoxicación por el plomo contenido en pigmentos de color (Goya, de hecho, humedecía sus pinceles con la boca). Era un lugar lleno de emocionantes recuerdos, ya que fue precisamente a orillas del Manzanares donde, en su juventud, inició su carrera como pintor trabajando en cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Esta visión decididamente pesimista del hombre, acompañada de una escrupulosa investigación sobre el lado oscuro de la razón, encontraría luego su culminación en las Pinturas negras, donde el objeto de la despiadada atención de Goya es el gran y cósmico triunfo del mal y la sustancial incapacidad del hombre. intervenir en el resultado de su propio destino, inevitablemente destinado a resultar trágico. La visión onírica y sugerente de los Caprichos daría paso entonces al esperpéntico material de crónica de los Desastres de la Guerra, ciclo donde la mirada inquisitiva de Goya se detiene en las barbaridades perpetradas durante la Guerra de la Independencia, denunciando la perversa extensión de la violencia contra los soldados capturados. y gente indefensa.